Marco Verde y quizás la última medalla de México en el boxeo de los Juegos Olímpicos

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Los Juegos Olímpicos de Paris 2024 podrían ser la última edición en la que el boxeo esté presente en esta competencia, por lo que la medalla de Marco Verde podría ser la última que México obtenga en la historia del pugilismo en la justa veraniega.

Nuestro especialista, Alberto Lati nos relata en ‘París de Noche’ un poco de la historia de este deporte en los Olímpicos, algunos de los más famosos participantes y la gloria que está por beberse Marco Verde, quien ya aseguró una presea, aunque falta saber de qué será.

Y es que, justo cuando el boxeo olímpico se está asomando parece que irremediablemente al vacío, cuando es demasiado posible que estemos viviendo los últimos Juegos Olímpicos con pugilismo, algo que viene desde San Luis 1904 y en este momento, México va a volver a subir, es un hecho, al podio, en la prueba que por décadas y décadas sostuvo a nuestro deporte.

Clavados es hoy la disciplina que más nos da, aunque el boxeo solía hacerlo y por mucha diferencia, un deporte cuya tradición olímpica viene desde el mismísimo origen. Era una disciplina que no sólo estaba en Olimpia, en la guerra de Troya aparece a través de un relato en el que Aquiles organiza unos funerales, en los que en vez de oraciones hace disciplinas deportivas y se incluye el pugilismo.

Desde entonces viene esto, y entonces, tratar de entender lo que representa para los Olímpicos modernos, el tenerlo ya presente de manera fija, así en esos Olímpicos modernos, en cuanto a ellos llegó, hemos visto al más grande, Muhammad Ali, hemos visto a titanes como Joe Frazier, Sugar Ray Leonard, George Foreman, Lennox Lewis, Oscar de la Hoya, Wladimir Klitschko, sin olvidar a titanes cubanos como los tres veces medalla de oro.

En el caso de México, han sido pocos los casos exitosos en el boxeo olímpico que luego trascendieron como profesionales, curiosamente el más sonado no ganó medalla, Raúl ‘Ratón’ Macías, ídolo de ídolos del boxeo mexicano, cuyo romance con México empezó tras la polémica eliminación que sufriera en Helsinki 52.

Se indignó el país, lo fue a recibir al aeropuerto, lo acompañaron a la Basílica, todos juntos quejándose de cómo había perdido la pelea y luego en el profesionalismo es de los más queridos y los más grandes.

Camino éste, del boxeo olímpico, que quizá, ya no continúe en Los Angeles 2028. Parece que es el adiós porque el boxeo intentó actualizarse, pero no lo consiguió. Cómo se actualizó, añadió categoría femenil, retiró a los hombres el portar la careta desde Rio 2016. Se abrió a profesionales, pensando que tal vez como los golfistas, basquetbolistas y tenistas, quizá podía suceder lo mismo con el boxeo, por el contrario, tuvo un impacto mínimo.

En Rio 2016 peleó el primer profesional, un italiano, aunque los grandes boxeadores no se han interesado en los Olímpicos o lo han hecho ya en el retiro. Recientemente, Manny Pacquiao quería venir a los Juegos de Paris, pero al superar por cinco años el límite de edad que es de 40, no se le permitió.

Una federación de boxeo, AIBA, caótica, anárquica, corrupta, sin parámetros lógicos para elegibilidad, terminó por ser desconocida por el COI. Su último escándalo ha sido acusar en París a dos boxeadoras de ser hombres y desatar una tormenta mediática mundial como pocas veces se ha visto, sin aportar pruebas.

En ese despropósito, que es hoy el boxeo olímpico, México subirá al podio otra vez, y lo hará con Marco Verde, acaso la última medalla que tenderemos en el deporte que fue nuestro oasis, además en una cadena que se completa porque Manuel Verde, su papá, fue olímpico en Barcelona 92, sin poder subir al podio. Ahora su hijo, este sinaloense, bravo, valiente, entrón, técnico, resiliente, su hijo ha completado la misión familiar, tiene medalla, quizá sea la última del que fue el deporte de México en los Olímpicos.

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