Raquel Kochhann supera al cáncer para disputar sus terceros Juegos Olímpicos con la selección de rugby de Brasil
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Escuchó su número 10 ser llamado, chocó las manos con una compañera que salía del campo, y corrió hacia su posición para Brasil con una sonrisa en su rostro.
Hizo una rápida señal de la cruz, frotó sus manos y las elevó con sus dedos estirados para recibir el ovoide. Y luego Raquel Kochhann asintió: comienza el juego.
Aquello parece ser también su motivación en la vida. Un deseo enorme de seguir sus sueños ha visto a Kochhann superar el cáncer de mama, cirugía, y meses de tratamientos de seguimiento para regresar al rugby Sevens del más alto nivel y darse una oportunidad en sus terceros Juegos Olímpicos.
Luego de más de año y medio fuera de acción, inicialmente por una lesión de rodilla y luego recuperándose del cáncer, Kochhann reapareció con Brasil en enero en el evento de serie mundial de Sevens en Perth. Ayudó a Brasil a alcanzar los cuartos de final en Los Ángeles, jugó en Hong Kong y en las finales de la serie en Madrid.
Ahora se prepara para los Juegos Olímpicos Paris 2024, donde el rugby Sevens femenil inicia el 28 de julio.
La persona más complicada de convencer de que ella estaría lista a tiempo para París fue su doctor “debido a la complejidad del caso”, dijo Kochhann.
“Él siempre me apoyó, pero era aprensivo y cuidadoso”, dijo la brasileña de 31 años a The Associated Press.
“Hoy en día su corazón lo tiene en la garganta cada vez que yo reciba algún tipo de golpe”, agregó.
Los fuertes golpes ocurren regularmente en la versión condensada y rápida del rugby conocida como Sevens (debido al número de jugadores por equipo). Las colisiones en la parte superior del cuerpo son frecuentes ya sea cuando los jugadores trasladan el ovoide o embisten, que pueden poner nerviosos a los doctores.
No a Kochhann. Ella cree que ha hecho el trabajo en el gimnasio en su recuperación para preparar su cuerpo ante cualquier cosa que arroje el deporte hacia ella. Además, también recibió el alta médica por parte del equipo.
En una publicación en redes sociales a finales de 2023 anunciando su regreso al juego, Kochhann urgió a sus seguidores a “jugar cada partido como si fuese el último”.
“Suena cliché esa frase, pero no sabemos qué te puede traer el mañana, ¿qué sucede si no tenemos otra oportunidad? publicó. “Nuestro destino es impredecible. Una lesión de ligamento cruzado anterior en 2022 pasó a ser en un extenso tratamiento de cáncer de mama. Mucho aprendizaje y crecimiento personal”.
RAÍCES EN EL RUGBY
Una dedicada jugadora de fútbol como una atleta joven con ambiciones de llegar a vestir la icónica camiseta verde de Brasil, Kochhann primero intentó el rugby a los 19 años. Su transformación fue inmediata.
Debutó con Brasil en 2014, ganó la medalla de bronce en los Juegos Panamericanos el siguiente año, y estuvo en el equipo anfitrión en 2016 cuando el rugby Sevens hizo su debut olímpico en Río de Janeiro.
Su madre no pudo asistir a los Juegos Olímpicos porque ella misma estaba luchando contra un cáncer de mama, pero Kochhann disfrutó del apoyo de su hermana y de miles de nuevos fanáticos.
Los Juegos Olímpicos de Tokyo 2020 fueron una experiencia completamente distinta, ya que estaba prohibido el ingreso de fanáticos a causa de las restricciones por Covid-19.
Pero estaba decidida, lo suficiente como para obtener otra experiencia olímpica, incluso cuando, mientras se recuperaba de su lesión de rodilla, se realizó algunos exámenes para detectar un bulto en su seno y descubrió que era maligno.
“El cáncer no fue un shock, dada la genética e historial médico de mi familia – y podría haber sucedido en cualquier momento en mi vida”, dijo Kochhann en una entrevista práctica para la serie mundial de Sevens. “Pasé por una mastectomía bilateral preventiva y fui trasladada al departamento oncológico. Tuve que detener mi carrera y recibir quimioterapia para prevenir que el cáncer se expandiera”.
En todo momento, expertos en salud le indicaron que se mantuviera físicamente activa.
“Incluso si la terapia podía mermarme físicamente”, dijo, “Me mantuve creyendo que podía vencer esto… y lo hice”.
Sea lo que suceda entre ahora y finales de julio, Kochhann quiere que su inspirador regreso sea un mensaje “que todo en la vida siempre tiene un lado bueno y un lado malo”.
“Nuestra recuperación y cómo vivimos dependerá hacia qué lado decidimos mirar. Yo pude estar triste, molesta por la lesión y luego el cáncer, pero eso utilizaría mucha energía, y elegí enfocar esa energía en recuperación. Siempre viendo una oportunidad en cada dificultad”.
ÚNICA EN SU CLASE
La persona más sencilla de convencer de que podía regresar al rugby fue el entrenador de Brasil, Will Broderick, “quien, al igual que yo estaba con ansias de entrenar conmigo y verme de regreso en la cancha”, dijo Kochhann.
Broderick, quien dirige al equipo de Brasil desde antes de iniciar en la cita nipona, sentía que tenía el derecho de ponderar el regreso de Kochhann.
“Porque está muy alejado de lo que puedes imaginar sobre lo que es capaz de hacer un ser humano”, dijo Broderick en una entrevista telefónica a The Associated Press. “Fuimos testigos de primera mano – entrenó duro en medio de la quimioterapia, a través de la radioterapia. Todos los días estaba en el centro de entrenamiento.
“Si ella no estaba entrenando, estaba en las sesiones de entrenamiento, ayudando a filmar y en las indicaciones. Nunca he visto algo parecido en mi vida”.
Broderick siempre pensó que su jugadora regresaría, pero reconoció que las dudas fueron persistentes.
“Hay tantas cosas que pueden salir mal, pero ella probablemente es una de las personas más increíbles que yo haya conocido“, dijo. “Siendo honesto, es fenomenal. Increíble. Está de vuelta”.