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El equipo Red Bull continúa con su racha ganadora en la actual campaña de Fórmula 1. Esta racha los ha llevado a conquistar las trece carreras que lleva la temporada en forma consecutiva: once para su piloto, el dos veces campeón Max Verstappen, ayudado por las dos alcanzadas hasta ahora por Checo Pérez.
El Gran Premio de los Países Bajos fue dominado por Verstappen, quien tuvo respuesta para cada situación que le presentara el clima, el circuito y las condiciones de carrera, que llegaron a ser caóticas, de seco a mojado y viceversa, incluyendo una bandera roja.
La carrera reinició con los autos detrás del auto de seguridad, pero el campeón reinante ni se inmutó; sin embargo, de todo lo positivo que el equipo vivió con Verstappen muy poco le tocó a Checo Pérez.
Nuestro piloto fue ayudado con una parada inmediata para cambio de llantas que le permitió anular su déficit en la calificación y tomar el liderato de la carrera que perdió tras el undercut que hizo su coequipero.
En franca persecución Checo, administrando al máximo sus neumáticos y ya como único perseguidor de Verstappen, cometió un par de errores, uno de los cuales le costó la penalización de cinco segundos que lo dejó fuera del podio.
Al centro de la atención Checo tendrá que hacer acopio de paciencia y de prudencia y aunque hay límites para todo, el suyo deberá ser marcado por lo que pueda hacer en la pista y manejando su propio destino en las carreras, como ya empezó en Zandvoort.
Así de claro.