"El cobijo de la afición en México será lo que atenúe la negatividad que se ha creado alrededor de Checo Pérez"

Como se han venido dando las cosas, para el Gran Premio de Austin en el Circuito de las Américas, se esperaba un giro positivo en el desempeño de Checo Pérez, especialmente porque se trata de una pista que se puede considerar ‘de casa’ para nuestro piloto, por su cercanía con México y por la gran cantidad de aficionados que asisten para apoyarlo con una efusividad contagiosa.

La actuación de Checo fue digna, no completamente a su satisfacción, pero una que le permitió avanzar y sumar puntos importantes en su afán de mantener distancia sobre Lewis Hamilton, su ahora rival por el segundo lugar del Campeonato de Pilotos.

Pero lo que no se esperaba fue el giro que dieron los resultados, que han sido modificados por la descalificación del mismo Hamilton y Charles Leclerc.

Por las posiciones originales de Checo y Lewis nació la inquietud por la cercanía poco sana en los puntos por parte del siete veces campeón, cuando faltan cuatro carreras por correrse y ante el evidente avance de Mercedes.

Pero si los equipos apelan y su reclamo no procede, la distancia numérica beneficia a Checo y lo acerca al objetivo que dejará satisfecho a su equipo y a él un poco más seguro respecto a su futuro.

Lo sucedido en Austin deja listo un escenario para que Checo reciba la mayor inyección de entusiasmo y motivación que le han faltado últimamente. El cobijo de la afición en México será lo que atenúe la negatividad que a su alrededor se ha creado.

Pero es deseable que lo que esa afición mostró en Austin se traduzca en apoyo de su ídolo y deje de lado manifestaciones que lo único que hacen es envenenar el ambiente.

Así de claro.