Por: Álvaro Martín
Las Finales y Playoffs de NBA recientemente son sumamente engañosos. Los descansos a jugadores, las lesiones y los traspasos y cambios de personal durante la temporada hacen muy difícil catar la calidad y potencial de equipos en su máxima expresión, en las eliminatorias.
Una curiosidad de esta serie es que el equipo que vino punteando el Oeste desde inicios de la temporada regular (Denver Nuggets) es el que va a sus primeras Finales, mientras que Miami Heat (el equipo San Lázaro de la NBA, a tres minutos de quedar eliminado en el último partido del Play-In) es el que, como institución, tiene más experiencia en Finales y se ha transformado más entre temporada regular y playoffs. Denver apenas reconocerá a este transformado conjunto de Miami.
Aprovecharon su momento
Los rivales de Nuggets (Minnesota, Phoenix y Los Angeles Lakers) tuvieron sus debilidades en sus series, mientras que el Heat se benefició de la ausencia de Giannis Antetokounmpo al vencer al primer clasificado en el Este, Milwaukee, pero vencer a Bucks, Knicks y Celtics fue un calvario. La pregunta que podría definir esta serie está por ser contestada: ¿cuánto le queda en el tanque a Miami? Su figura principal, Jimmy Butler, luce extenuado.
Miami ha dejado claramente demostrado que incomoda los esquemas y personal de sus oponentes con un análisis preciso y correcto de las fortalezas y debilidades del rival. Es un grupo curtido y entregado a la causa, con una inteligencia individual y colectiva que fue necesaria para batir a rivales superiores en cuanto a talento o profundidad de banca en estos playoffs. Ejecutan todo con fundamentos y saben lo que tienen que hacer y cómo hacerlo si a su DT se le ocurre cambiar de esquema de jugada a otra.
Denver cuenta con una torre de control en Nikola Jokic que combina estatura, extraordinaria visión de cancha y lectura de juego, gran toque y coordinación motriz, y un espíritu de lucha desprendido que hace lo que sea necesario para ganar, sea siendo el principal anotador o reduciendo sus intentos al aro para habilitar a compañeros.
La amenaza del ‘Joker’
Jokic encajaría perfectamente en Miami (como en muchos equipos) y hasta cierto punto la serie se definirá por el duelo de mentes entre el DT Erik Spoelstra de Miami y Jokic, que hace las de entrenador en la cancha (sin restarle méritos a Michael Malone, DT de Nuggets).
Denver depende en demasía de Nikola Jokic, que quizás debió ser electo por tercera ocasión consecutiva como el MVP de la temporada regular. Es capaz de liderar, potenciar a compañeros y al equipo, y hasta esconder debilidades de quienes lo acompañan. Es la clásica ‘cabeza de la serpiente’ que Miami intentará minimizar. Sin Nikola en cancha en temporada regular, Denver cae en desventaja notable. Miami no tiene el personal idóneo para neutralizar o minimizar a Jokic, más allá de colocarlo en problema de acumulación de faltas personales, así que intentarán hacerlo en equipo y por esquema, tácticas que Jokic hasta ahora lee perfectamente.
Miami es un equipo bajo en estatura con problemas reboteando. Lo compensan con una defensiva que corta balones y los convierte en puntos, así como con triples expertamente diseñados por esquema. Aún con el anticipado retorno de su lesionado anotador Tyler Herro en algún momento en estas Finales, Miami se percibe como el equipo con menos margen de error y quizás menos talento individual (este David miamense ya derribó a un par de Goliats, por lo que Denver está prevenido).
Este es un tema de discusión antes que comience las Finales, Denver disfrutará del tercer descanso más largo (nueve días) antes de Finales en la historia. Miami se tiene que ajustar a la altitud de Denver (1,600 metros sobre el nivel del mar), con menos de 48 horas de descanso y apenas una práctica leve para prepararse para el primer partido, después de una serie agotadora de siete partidos. La cultura de acondicionamiento físico de Miami se pondrá a prueba en esta serie.
¿El descanso afecta?
Una gran interrogante es si a Nuggets le pasará factura el descanso largo. Por experiencia asumo que al principio del primer partido sí; tiros errados, mala sincronización, faltas personales por no rotar a tiempo, pobre transición defensiva. La ventaja de Denver es que si la serie llega a siete partidos, esos nueve días de restauración les tienen que favorecer, aunque las pausas entre partidos de Finales son un poco más largas que en Finales de Conferencia.
A Denver no le gusta un ritmo alto. Miami intentará imponerlo de forma oportunista; si pierden en el marcador o quieren sacar una ventaja importante, buscarán oportunidades de contragolpear o conseguir ofensiva temprana. Una vez con una ventaja, Miami jugará con calma. El Heat podría cerrar su rotación en el primer partido para intentar robarle la ventaja de local en la serie a Denver, como lo hizo ya en sus tres series previas; este grupo de siete jugadores debe estar exhausto.
Aunque Denver es finalista por primera vez, es la presión por al fin conseguir un campeonato para refrendar la filosofía paciente y artesanal de su construcción de equipo lo que pueda sacar un poco de casillas a los Nuggets. Han alcanzado una segunda vuelta de playoffs en cuatro de las últimas cinco campañas. Por una razón u otra, no han podido trascender. La presión interna por conseguir un primer Trofeo Larry O’Brien es intensa. Miami ni siquiera se suponía que llegase tan lejos; justo ahora que tienen un campeonato en mano es que el Heat sentirá un poco más de presión de la que han sentido hasta ahora.
Nuggets, favoritos
Las casas de apuestas dan a Denver como favorito, el segundo más favorito entrando a unas Finales en los últimos 16 años después del Golden State Warriors que barrió a Cleveland Cavaliers en 2018. Pero famosamente, un algoritmo de la cadena deportiva principal estadounidense le daba escasas probabilidades al Miami Heat de ganar su serie ante Boston, aún tras haber ganado los primeros dos partidos como visitante.
Podemos contar que Miami le plantará cara e incomodará a Denver. ¿Será capaz el aparente talento superior de Nuggets solucionar los desafíos de Spoelstra y sus aguerridos jugadores?