La llegada de Jaime Lozano cambió el rostro de la selección mexicana casi, como por arte de magia; en menos de una semana se pasó de una cara que pesaba de vergüenza por la forma como se perdió la semifinal de Nations League ante Estados Unidos, a una con una sonrisa un poco animosa al ganar por goleada a una Selección de Honduras, que dicho sea de paso tampoco pasa por sus mejores momentos futbolísticos, lejos está aquel equipo en el que Pavón, Costly y compañía hacían las tardes pesadas a cualquier rival.
Con muy pocos cambios, en comparación con la última alineación de Diego Cocca, Lozano ordenó al equipo en un par de ajustes y trabajó, sobre todo, en la recuperación del ánimo que había quedado por los suelos después de la fatídica derrota en Las Vegas.
El bandazo de rendimiento entre uno y otro partido puede suponer que dentro del grupo había desacuerdos con el cuerpo técnico y los encargados de la logística en los últimos viajes de la selección; con una reacción expedita, la nueva Comisión de Selecciones, eligió a Lozano como sustituto, al parecer interino, con un discurso que se acerca más a la generación actual del equipo nacional.
Lozano movió algunas piezas para su debut al frente del equipo mayor; dos sustituciones en la delantera, en relación al partido por el tercer lugar ante Panamá en Nations League, y un acomodo en el terreno de juego en el que pudieran jugar Álvarez, Chávez, Sánchez y Romo juntos; este último con un papel con mayor libertad hacia adelante, un reacomodo que funcionó, el jugador de Monterrey anotaría dos de los cuatro goles, y noventa minutos completos en el debut en Copa Oro.
La central fue comandad por Edson Álvarez, que no desconoce la posición, adelantándose al trabajo que le costó a Honduras terminar una sola jugada con tiro al arco, hubo libertad de adelantar un poco más a la media cancha de modo que el contención, Chávez, sellaría los números del marcador con el cuarto tanto.
Con tres jugadores al frente, de los que Antuna sería el único que repetiría; bastó una sola vez que Orbelín hiciera lo que se le requirió, cortar hacia el centro y disparar, para que el tridente ofensivo sumara un acierto.
Más allá de si funcionaron algunos cambios, llama la atención que los delanteros nominales de la Selección Nacional no han encontrado su mejor momento y ha sido complicada su conexión con el gol. Henry Martin suma 24 goles en el año futbolístico, desde el semestre anterior y su campeonato de goleo en el Clausura 2023; mientras que Santiago Giménez acumula alrededor de treinta goles incluyendo los anotados en el Apertura 2022 con Cruz Azul en las fechas previas a su traspaso hacia Ajax.
Desde el banquillo se ha ideado una forma de juego en la que el centro delantero tiene funciones específicas en las que pierde tiempo y oportunidad de estar en la zona donde puede hacer daño; pero el protagonismo debe ser tomado por los que ocupen esa posición de manera que encuentren relevancia en la alineación anotando goles.
Ante el discurso de borrón y cuenta nueva, es el momento en que los convocados a la Copa Oro, aprovechen para mostrarse; sea, o no un interinato el del actual cuerpo técnico, la convocatoria la hizo el proyecto anterior, se esperaría que algunos nombres cambiaran y otros se sumaran.
El primer paso para el nuevo (interino) cuerpo técnico fue contundente y liberador de presión; una victoria amplia siempre es un buen lugar desde donde trabajar. A la Selección Mexicana le resta Haití y Qatar para echarle la mano a Jaime Lozano en su búsqueda de quedarse más allá del periodo que se le ha concedido esta vez.
Mientras que el técnico mexicano cuenta con el mismo plazo para transmitir las ideas que convenzan al entorno de la selección de la capacidad demostrada de los técnicos nacionales al frente del equipo mayor, los resultados se han dado en torneos oficiales de distintas categorías con un local al frente; desde la Confederaciones con Lapuente, hasta los campeonatos Sub-17 con Jesús Ramírez y Raúl Gutiérrez. México tiene amplias posibilidades de avanzar hasta la final de la actual Copa de Oro, cuál sería el futuro del actual cuerpo técnico ante los posibles desenlaces, de qué depende que permanezca o no; en todo caso, al presentarlo como interino, la Federación se cura en salud en caso de un mal resultado.