El debut de Diego Cocca con la selección mexicana, se dará este jueves cuando el representativo nacional enfrente a Surinam y Jamaica en la segunda vuelta en fase de grupos de la Nations League de Concacaf.
Esta es la segunda edición del torneo continental que inició el verano pasado; México se encuentra en el segundo lugar de Grupo A, la competencia está dividida en cuatro sectores con tres equipos cada uno, por lo que la posición del seleccionado mexicano no es la deseada. Un empate en Kingston contra Jamaica y un triunfo en Torreón contra Surinam colocan al conjunto tricolor fuera de la fase final de la competencia y de la clasificación a la Copa Oro 2023.
En el pasado junio, estos dos partidos fueron unos de los focos de alarma que se encendieron previo al Mundial de Qatar, con algo de tiempo para corregir el rumbo, el cuerpo técnico en turno se mostró inflexible en sus tácticas y convocatorias, tratando de mantener a flote a un equipo que se hundía entre lesiones y bajas de ritmo.
La nueva versión del Tricolor se asemeja mucho a la anterior; sin reconocer por completo las responsabilidades de cada nivel de la estructura del fútbol mexicano, se intentó presentar una cara distinta con vistas a la Copa del Mundo que organizaría México en conjunto con sus vecinos de Norteamérica. Pero al final, no parece que algo haya cambiado, por lo menos no desde la raíz; resulta increíble cómo el fracaso que significó el proceso mundialista anterior que culminó con un pésimo papel en Qatar, no haya sacudido desde el fondo y despertado una alternativa para rescatar este deporte en nuestro país.
Al contrario, la influencia de los dueños se hace más presente en las selecciones nacionales; los empresarios que tanto provecho económico han obtenido por tener un equipo profesional en la Liga MX, no están dispuestos a hacerse a un lado para que el aspecto deportivo pueda ser llevado por personas que sepan y se interesen más por el fútbol que por los negocios.
Después de lo ocurrido el pasado invierno en Qatar, el marco para el regreso de la selección no da entera confianza para iniciar con buen pie el nuevo proceso; Surinam cuenta con 19 de sus convocados jugando en Europa dentro de ligas de alta competencia y el juego de Jamaica ha crecido notablemente. Aún así, la selección nacional tiene la firme tarea de hacernos olvidar este periodo tan oscuro del fútbol nacional, se deben ganar los próximos encuentros demostrando que hay diferencia y mejoría sobre su versión anterior.
Varios jugadores que regresan a vestir la casaca verde después de Qatar, es necesario que se rediman; para poder creer en este proyecto, tendrán que dar mucho más de lo que ya han demostrado. En el partido de visita, serán los jóvenes los que tengan que demostrar que son el futuro del equipo, son pocos los que repiten después del viaje al Medio Oriente y menos los que ahí tuvieron minutos; el pie veterano se quedará en la Ciudad de México para esperar el encuentro contra Jamaica.
Deportivamente es importante que la selección se lleve el triunfo en estos dos partidos, llegar a la instancia de cuatro equipos finales es lo mínimo que se espera, después ganar la Nations League, asegurando el pase a Copa Oro que también está dentro de las tareas pendientes. México debe aprovechar cada evento de fútbol en el que participe, llegar al 2026 sin jugar eliminatorias puede ser contraproducente, ventanas como las dos copas continentales que se disputaran antes de la cita mundialista; en 2025 con la posible participación de equipos UEFA.
Se habló de mejorar los rivales con los que se podría preparar al equipo mexicano para su participación como coanfitrión del próximo Mundial en 2026, de buscar selecciones de primer nivel, después de todo los ojos del mundo estarán puestos sobre el fútbol local, pero dentro de Concacaf es difícil encontrar una selección así, por lo pronto será Estados Unidos el primer rival, fuera de una competencia oficial, contra el que México pueda medir fuerzas.
A la selección estadounidense no se le ha podido ganar en los últimos cuatro juegos, la misma final de la pasada Nations League terminó con triunfo de EE.UU. Otro campo en el que la nueva selección debe regresarnos el orgullo y las alegrías. Mientras seguiremos esperando a esos rivales que se prometieron, para jugar contra ellos hay que ir a Europa o Sudamérica, pero sacar al Tri de territorio estadounidense reduce el negocio de las entradas.