Unos cuantos meses después del terrible papel en el Mundial de Qatar 2022, la selección mexicana, en distintas ramas y categorías, en el verano, se mostró una mejor cara; aún sin contar con un proyecto claro a largo plazo, los representativos Sub-23, Femenil y varonil que representan al fútbol mexicano, parecen estar retomando el rumbo con miras en los siguientes Mundiales de cada rama y categoría.
El conjunto con límite de edad tuvo que armar dos cuadros para afrontar sus dos compromisos veraniegos; el torneo Esperanzas de Toulon y los Juegos Centroamericanos y del Caribe, en San Salvador; se puede pensar que hay una cierta garantía de formar equipos competitivos para que las siguientes generaciones puedan calificar a los torneos importantes de la categoría.
El equipo femenil pudo cambiar el sentimiento de frustración que les dejó no haber calificado al próximo Mundial a jugarse en Australia y Nueva Zelanda, que empezará este 20 de julio. Mientras que el equipo mayor, sigue dando altibajos, después de un proceso ínfimamente corto, pero que podría, con un cuadro de la elección del actual entrenador, tener un buen proceso rumbo al 2026; siempre y cuando sea Lozano el elegido para continuar hasta entonces, de lo contrario deberá empezar todo de cero, otra vez.
Estas tres selecciones, cuatro contando la que fue a Toulon, tienen en común algo que ya mejora el panorama del fútbol mexicano, por lo menos controla un poco el fuego que se había suscitado en el proceso entre los mundiales de Rusia y Qatar, mientras las selecciones Sub 23 y femenil no alcanzaron llegar al Mundial que les correspondía, el equipo mayor haría una de sus peores participaciones en Copa del Mundo de los últimos años, pero, este verano todas las selecciones representando a México han llegado a la final del torneo que disputaron, con un asola derrota hasta el momento, la del cuadro con límite de edad que viajó al Torneo Esperanzas de Toulon, que se quedó corto en goles y terminó perdiendo cuatro a uno frente a Panamá; no parecía un buen augurio para lo que restaba del verano y las demás selecciones.
En la rama femenil había una espina muy grande, en el pre-mundial que daba los boletos para Australia y Nueva Zelanda no ganaron un solo partido, a pesar de haber jugado como locales en los estadios regiomontanos de Primera División; las jugadoras querían que fuera Pedro López, campeón con España femenil sub 17, quien llegara como relevo, la Federación cumplió el deseo y la primera cosecha de éxitos llegó con la medalla de oro en los JCC.
El equipo mexicano varonil que asistió a la justa veraniega en San Salvador, también contribuyó con una medalla de oro para que la delegación mexicana resultara vencedora con 145 preseas de oro para un total de 353, una gran cosecha para el deporte mexicano. La Sub-23 a cargo de Gerardo Espinoza recibió solo dos goles en cinco partidos y fue consistente en su forma de juego, anotando en cada uno de sus compromisos.
El barco de las categorías inferiores podría regresar a navegar correctamente, aun más si se aprovecha ese espacio que, por reglamento, dejó a un extranjero fuera de los clubes mexicanos. Veremos qué tal funciona para este propósito el torneo de ascenso/sub 23 que implementó la FMF, a pesar de que FIFA no cuenta con un torneo oficial de esa edad, el Mundial límite es Sub-20, lo cual hace sentido pues son cada vez más jóvenes los jugadores debutantes en distintas ligas del mundo, excepto en la Liga MX.
El equipo mayor de las selecciones nacionales llega a otra final de Copa Oro, desde que se instauró este torneo en 1991, se espera que sean México y Estados Unidos los equipos inamovibles que jueguen el partido por el campeonato; el Tricolor ha alcanzado 10 finales y dos veces se ha quedado con el subcampeonato, las dos veces perdiendo ante los estadounidenses, que llegaron a 12 partidos finales, pero solo han ganado 7; en esta edición, el conjunto de las barras y las estrellas perdió en penales su oportunidad de acceder a otra final más y será Panamá a quien México enfrente por la Copa.
El equipo de Jaime Lozano tiene algunas tuercas que apretar desde la derrota contra Qatar en esta Copa Oro; el 2-0 frente a Costa Rica fue sólido, pero sin convencer del todo; en la semifinal contra Jamaica se hizo un primer tiempo casi de antología, pero que en los segundos 45 minutos no se pudo mantener y fue la falta de puntería la que impidió que los jamaicanas se metieran al partido, el tres acero mexicano llegó en los minutos finales, un poco tardío debido a la reacción del rival, pero necesario para elevar más el ánimo del grupo.
Falta el último baile del torneo que se llevará a cabo el domingo, donde México enfrenta a una Panamá que jugó una gran Copa Oro, en donde incluso eliminó al local y favorito; sin sus estrellas europeas Estados Unidos no parece ser el gran mandamás del área. México tiene una oportunidad especial para dar el golpe de autoridad en el área, ese que tanto anhela.