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“A principios de la década de 2010 en Pachuca llegó la idea de hacer un evento que reconociera a lo mejor del fútbol nacional e internacional a través de la historia y por medio de una ceremonia que otorgara algo más que aplausos a los que han sido protagonistas del deporte. El Salón de la Fama del Fútbol surgió en 2011 con el aval de FIFA para poder tener el espacio que hacía falta en el fútbol profesional, en donde las carreras de los futbolistas que marcan época solo encontraban menciones en las memorias de quienes los recordaban jugando, sin que hubiera un reconocimiento oficial por sus aportes a las alegrías de miles, tal vez millones de aficionados que disfrutaban de sus actuaciones en las canchas.
Emulando a las ligas de distintos deportes en Estados Unidos, el Salón de la Fama del Fútbol abrió la posibilidad de que jugadores y personas relacionadas con el balompié profesional pudieran volver a sentir en sus años de retiro todo el candor que lograron generar mientras estuvieron activos.
Han sido 162 investidos desde la primera generación, en cuatro categorías: jugadores mexicanos, jugadores internacionales, decanos y futbolistas mujeres, que también han aportado a la apertura del deporte a nuevas generaciones de niñas que pueden identificarse con personas como ellas. En las anteriores investiduras se pueden ver los nombres de Alberto García Aspe, Marco van Basten Ignacio Calderón o Mia Hamm y una constelación aún mas amplia que no cesará en su expansión, pues, aunque son varios los años en los que se ha llevado a cabo el evento, aún faltan muchos y muchas personalidades que han dado vida al deporte del fútbol. Tras la obvia pausa por la pandemia, se ha retomado la gala para seguir honrando las figuras históricas que, por medio de los votos de distintos periodistas se elegirán jugadores y participantes a partir de los cinco años de su retiro.
Esta generación 2023 trajo al recinto en la capital hidalguense a más estrellas de lo habitual; y es que con la suspensión provocada por la Pandemia de Covid-19, dos generaciones se quedaron sin reconocimiento, por lo que, para ponerse al día, en esta ocasión se dieron el doble de investiduras que en ediciones anteriores; si en años pasados eran tres jugadores mexicanos en retiro los que se consideraban, ahora serían seis; por cuatro internacionales, esta vez se honro a siete; los decanos y jugadoras en retiro continuaron siendo el mismo número. Rafael Márquez, Cuauhtémoc Blanco, Fernando Quirarte, Ricardo La Volpe, Óscar Pérez y Emilio Azcárraga Milmo fueron los elegidos por la prensa nacional para ser reconocidos en esta generación; en los internacionales se incluyó a Carlo Ancelotti, Carles Puyol, Samuel Eto’o, Francesco Totti, Xavi Hernández, Kaká y Rivaldo, aunque algunos no pudieron asistir por sus compromisos laborales; los decanos: José Alves Zague, Isidoro Díaz y Uwe Seeler; y de la rama femenil: Andrea Rodebaugh y Pretinha, jugadora referente de la selección brasileña.
El Salón de la Fama resultaba una necesidad para dar reconocimiento a las personas que han construido el fútbol, nacional e internacional, una idea que surgió justamente en la ciudad cuna del fútbol mexicano y que fue gracias al impulso de Grupo Pachuca que se logró el visto bueno de FIFA; resultaba incomprensible que no hubiera habido anteriormente una idea semejante. Ahora, aquellos a quienes se les otorga la investidura tendrán un espacio, no solo en los corazones de los aficionados, también en un recinto en donde contarán con todos los laureles merecidos por sus respectivas trayectorias.
Basta ver la emoción de cada investidura para entender que ha valido la pena el esfuerzo y dedicación con el que se prepara el evento, desde el periodo de votación, que esta vez se llevó a cabo en Oviedo, hasta la entrega de cada reconocimiento y el evento de gala. Se demuestra la sensibilidad y aprecio que existe en Grupo Pachuca por este hermoso deporte, honrando siempre a sus máximos exponentes”.