La familia Capogrosso respira, come, sueña y vive voleibol de playa

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El voleibol de playa es más que un deporte para los Capogrosso. | @nicocapogrosso

Para la familia Capogrosso el voleibol de playa se ha convertido en una cuestión de vida. Los hermanos Nicolás y Tomás están disputando su segundo Mundial de Voleibol de Playa tras participar hace un año en Roma, después de que tomaron la decisión de jugar juntos.

Nico jugó los Juegos Olímpicos de Tokyo 2020 junto a Julián Azad y su hermano fue el sparring con el que entrenaban, porque su fuerte estaba en el voleibol de sala en el que Tomi consiguió una medalla de bronce en el Mundial Sub 19. 

Nicolás sorprendió a todos, incluso a sus papás al anunciarles que buscaría el ciclo olímpico con su hermano.

“La verdad que sí es un tema familiar, primero arranqué yo, luego se sumó Tomi, es como dices, es un asunto familiar y por eso mi abrazo con mi papá al final” le dijo Nicolás a Claro Sports.

El apoyo y la compañía de sus papás Néstor y Florencia ha sido fundamental en todos los sentidos.

“La verdad que sí, muchas veces cuando estás mal, estás cansado y los ves a ellos que vienen a todos los partidos, dan ganas de seguir, ver a Nico cuando abrazó a papá así, me pone así, porque todo se los dedicamos a ellos, porque los queremos mucho”, expresó Tomás con lágrimas en los ojos.

Y cómo no iban a estar felices, por primera vez desde que están juntos derrotaron a los primos chilenos Esteban y Marco Grimalt, que apenas unas semanas atrás les ganaron el sudamericano de voleibol de playa en la final.

Para el papá Néstor, la clave de todo lo que han hecho sus hijos está en la constancia y disciplina con la que sus retoños han tomado el deporte, hoy en día tiene un medio de difusión en internet gracias al cual acompaña a los jugadores y también con su esposa que es la fotógrafa oficial.

“Es un orgullo enorme, es el premio a muchos años de esfuerzo, mucha constancia que con Florencia los hemos llevado a entrenar desde chiquititos, primero fútbol, luego volley indoor y después pasaron al a playa y para nosotros es un sueño estar acá porque es el segundo mundial que juegan juntos y tenemos mucha expectativa de seguir creciendo”, dijo emocionado.

¿Y la mamá? Pues se siente como un pavorreal con las plumas extendidas en todo su esplendor.

“Lo que yo siento, imagínense a una madre transmitirle la alegría, la emoción, no entro en mí, estoy agrandadísima, lo mejor para mis hijos, la felicidad y que estén contentos con lo que están haciendo”, dijo.

Los argentinos iniciaron así con el pie derecho su participación en el Mundial que se celebra en Tlaxcala, México, esperando superar la fase de grupos, pero para ello aún faltan un par de partidos por disputar.