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La karateca mexicana, Alejandra Martínez, denuncia violencia de género de parte de su expareja y entrenador, Eric Martínez, temiendo por su vida, como lo manifestó a través de un video que compartió por las redes sociales.
De inicio, la medallista en Juegos Panamericanos compartió un audio en el que se escucha la manera en la que Eric Martínez la insulta verbalmente, además de agredirla físicamente.
“Estás mal, lo quieres empeorar, me quieres sacar de mis pinches casillas. Ya cállate el pinche hocico, ok. Ya cómetelo a la verga chingada madre, carajo. Te callas cabrona, te estoy diciendo que te calles chingada madre, ya cállate puta madre. Te estoy diciendo que estoy a uno cabrona”, se puede escuchar a la expareja gritándole, al tiempo en el que golpea a Alejandra, quien llora por las agresiones recibidas.
La denuncia
“Soy Alejandra Martínez y he sido parte de la selección mexicana de karate D.O., medallista de México de Panamericano de JKA y sufrí violencia de género. Todo empezó en el 2017, cuando yo tenía 24 años. Empecé una relación con quien fue mi entrenador y sensei cuando él tenía 49 años. Sin embargo, él nunca lo aceptó, a pesar de que vivíamos juntos y dormíamos en la misma cama, él siempre se llenó la boca de decir que yo solamente era su alumna”.
“Desde el principio vi las red flags que presentaba ante mí, me humillaba, me manipulaba y presentaba cierta violencia pasiva. Incluso me hacía pagar todas las citas con él, salidas al cine, comidas, cenas y los viajes. Incluso pagué los viajes a los Panamericanos. Sin embargo, nunca quise hacer caso a estas señales, creí que el amor y mi cariño por él iban a cambiar el tipo de relación que teníamos”.
“En el 2020, cuando la pandemia empezó, empezó con episodios de ira, yo lo justifiqué pensando que era parte del confinamiento, me hacía llorar reclamándome cosas sin sentido, como que yo me robaba sus cargadores y cosas así. Jamás me pidió disculpas de decir, que era una pendeja y sus agresiones verbales. Un día le dije que lo iba a grabar y esa es la razón por la cual tengo los audios. A veces suerte, pero tal vez las personas no me creerían”.
“Como buen narcisista siempre me tuvo en un lugar privilegiado diciendo que era su Uchi deshi, que era la asistente del profesor. Lo cual tiene muchos principios de aprendizaje, siempre me hizo culpable de sus cosas e incluso le llegaba a marcar a mis papás, diciéndoles que yo lo hostigaba y que lo acosaba, y para pedirles que me pusieran un alto. Incluso me alejó de mi familia, impidiendo visitarlos”.
“Aunado a esto, en el 2020 empecé a cuidar a sus padres y me hacía responsable de ellos, cuando no podía se ponía muy enojado, incluso los hice mi prioridad pasando sobre mi persona y llegué a perder dos trabajos. En enero del 2022 me salí de su departamento por una infidelidad, cuando lo enfrenté él simplemente dijo que no éramos nada. Él sí quería que yo tuviera obligaciones hacia él, pero él no tenía ni siquiera una responsabilidad afectiva hacia mí. Desde entonces, seguí en su escuela de karate como si no hubiera pasado nada, simplemente me había salido de vivir con él y seguía soportando sus humillaciones en la escuela”.
“En 2023 tuvimos una discusión y al quererle poner un alto, se puso agresivo y me agredió físicamente enfrente de una persona y ahí es cuando yo decidí que esto no era para mí y que me tenía que ir de ese lugar. Un par de meses después, yo empecé una relación y cuando él se enteró me corrió del dojo porque para esto, desde 2018 yo daba clases sin recibir un quinto, me corrió de los entrenamientos y de dar clases a los niños”.
“Cuando recurrí para pedir ayuda al representante de la JKA, el profesor Juan Manuel Mondragón, lo que él hizo fue encubrirlo. Me sentaron con un abogado penalista para firmar un documento, en el cual yo no podría proceder legalmente, no podía difamarlo en redes sociales y no podía proceder en contra de él y su familia. En caso de no hacerlo, yo iba a ser expulsada de la JKA, junto con mi pareja. Esta persona encubrió a mi agresor y aunada a esto su esposa llamó a cada uno de los representantes de los Estados, hablando mal de mí y diciendo que no me apoyaran y que ellos no conocían la verdad, cuando yo siempre me quise ir en buenos términos. Me acusaron de ratera, de puta, de querer matar a su mamá y de muchas cosas más”.
Teme por su vida
“Sin embargo, hoy hago una denuncia pública porque temo por mi vida. Empecé un proceso legal, en el cual ya se aprobaron la orden de restricción en contra de Eric Martínez por violencia física, violencia psicoemocional, violencia económica y patrimonial. No es justo que esta persona siga dando clases de karate y este dizque representante, porque así se hace llamar, encubra a personas misóginas como él. Ya que cuando mi mamá lo enfrentó dijo que era un lío de faldas”.
“Recurro a ustedes para que compartan este video y que este tipo de personas no queden impunes y se me haga justicia porque nadie debe de vivir ninguna clase de violencia”, finalizó Alejandra Martínez.