Intensa-mente 2, Pixar se superó a sí mismo. Reseña sin spoilers

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reseña intensamente 2
Disney/Pixar

Intensamente 2 logró lo que se consideraba difícil de entrada: estar a la par de su antecesora. Intensamente se volvió un clásico moderno de Pixar; una cinta altamente apreciada por el público, por lo que la anticipación de la secuela era palpable. Por suerte, Pixar demostró que todavía tiene un manejo diestro de la narrativa audiovisual que los ha convertido en sinónimo de calidad cuando se trata de películas animadas.

La cinta toca las fibras necesarias y entiende a la perfección la psique humana. Es una historia sobre la adolescencia abordada desde una perspectiva que resuena con todo el público sin importar su edad, como todas las grandes películas deben hacerlo y, aunque el tema central es esa etapa de transición, un momento crucial en la vida de una persona, la cinta apela a los niños lo mismo que a los adultos, con múltiples niveles de lectura e interpretación dependiendo de en qué etapa de la vida veamos o volvamos a ver la película.

La forma en la que la película trata el tema de la salud mental es sutil, pero necesario, sobre todo porque lo logra sin ser panfletario o un mero anuncio de salud pública, sino que se ayuda de una historia con la que uno se puede identificar sin problema alguno. 

En cuanto a su aspecto técnico, la animación es abrumadora. Normalmente esperamos cierto nivel de calidad de una película de Pixar, pero siempre es gratificante detenernos a analizar lo detalles más pequeños y ver a grandes exponentes de su ramo empujando el límite de la técnica. Las actuaciones son excepcionales y nos permiten entender a cada uno de los personajes presentados. Quizás el único problema haya sido el manejo de la atención que se le da a cada una de las emociones, ahora que las nuevas están presentes. A momentos, se siente como si las nuevas emociones no fueran explotadas al máximo de su potencial y, en cambio, sólo un puñado termina como protagonista. 

Intensamente 2 es conmovedora, pero no en el sentido genérico de una película que nos hace sentir, sino porque su meta -y en eso es muy transparente- es ponernos en contacto con nuestras propias emociones, con nuestro yo interno y hacernos preguntarnos quiénes somos. Ahí es donde la película reluce por sí mismo y se destaca; nos habla directamente a la audiencia y nos hace recordar todo lo que nos hacer ser nosotros mismos. Absolutamente brillante.

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