Pese a lo que algunos medios españoles afirmaban, Dani Alves no echó de su casa a su todavía esposa, Joana Sanz. La propia modelo aseguró que la decisión de abandonar su hogar y mudarse a Madrid fue con el objetivo de ayudarse ella misma a empezar su nueva vida.
La cadena española ‘Fiesta’ filtró que Joana había sido sacada de la casa que la pareja compartía en Barcelona, supuestamente por negarse a firmar un acuerdo de confidencialidad que le exigía la familia de Dani Alves. Dicha petición habría sido comunicada por Dinora Santana, madre de los hijos del brasileño.
Sin embargo, la misma Joana fue quien se encargó de desmentir esa información. Mediante sus redes sociales, Sanz aseguró que en ningún momento fue amenazada por la familia de Alves con sacarla de la casa.
Como complemento de esto, la modelo habló en ‘El programa de Ana Bárbara’ (España) y comentó que los trámites del divorcio se siguen llevando a cabo.
“Sigue enamorado de mí, pero no es cierto que no me vaya a dar el divorcio. Yo no quiero ir a malas pero él me ama y está aferrado a mí”, compartió Joana.
Además de esto, la española reveló que continúa hablando con Dani Alves todos los días: “Hablo con él todos los días desde prisión. Él todavía está asimilando lo que está pasando”.
El jugador brasileño fue detenido el 20 de enero del presente año tras ser acusado de violar a una mujer en Barcelona. El ex de los Pumas aún no ha recibido sentencia, pues se encuentra en espera de juicio, por lo que su estadía en prisión es de manera provisional.
El lateral brasileño se ha declarado inocente en todo momento.