Carlos Alcaraz resurge de las cenizas para vencer a Jannik Sinner y acudir a la final de Roland Garros

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Carlos Alcaraz venció a Jannik Sinner por 2-6, 6-3, 3-6 y 6-3 para acudir a su primera final de Roland Garros, un torneo que podría sumar a sus vitrinas después de tres ediciones en las que se le ha negado el Abierto de Francia. El español demostró que su velocidad e inteligencia era suficiente para llevarse el pasaporte al forzar el recorrido de piernas del italiano.

Carlos Alcaraz quería aprovechar cada vez que podía su diferencia física sobre el italiano al orillarlo a recorrer la arcilla de lado a lado. Los saques del español de más de 105 kilómetros por hora y sus derechazos con la raqueta eran oro puro para obtener réditos conforme se hacía vieja la tarde en París. 

Durante el tercer set, Jannik Sinner llamó a su fisioterapeuta, una postal de que el cansancio le quitaba posibilidades de obtener la victoria en Roland Garros, sin embargo el italiano contrapuso sus debilidades con el cerebro para hacerle complicado el intercambio de pelotas a su rival. 

Jannik Sinner tenía una ventaja con base a su inteligencia en la arcilla con la que suplió su potencia física con pelotas bien colocadas en el otro extremo de la cancha, una táctica que le había resultado en el primer capítulo y que replicó en la tercera parte. Con servicios largos, Carlos Alcaraz buscaba cortarte el ritmo vertiginoso que tenía el partido presumía en un inicio, pero no tenía en cuenta que el número 1 del mundo iba a anticipar algunas jugadas para cansarse menos y sorprender a su rival con el contragolpe. 

Carlos Alcaraz y su alegría en Roland Garros | Reuters; Niesner
Carlos Alcaraz y su alegría en Roland Garros | Reuters; Niesner

En el cuarto set, las cosas comenzaron a emparejarse y el español prefirió seguir con los pasos de Jannik Sinner, razón por la cual puso un poco más de juego de habilidad para hacerle complicada la tarde al italiano y al anticiparse a los recorridos con algunas fintas, Carlos Alcaraz resurgía de sus cenizas para empatar el partido 2-2, aunque con un episodio sumamente parejo lleno de puntos al límite entre ambos. 

El problema del italiano en el último set fue una vez más el aspecto físico, pues la velocidad del español y la potencia de sus saques eran dinamita pura, suficiente para llevarse el último set que lo deposita en la final de Roland Garros luego de 4 horas y nueve minutos, un hecho que lo pone como el más joven en alcanzar finales en las tres superficies más importantes de este deporte.

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