Carlos Alcaraz sobre su futuro: “No me quiero sentir un esclavo del tenis y no tener tiempo para mí”

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Carlos Alcaraz conquistó el título de Wimbledon. Reuters
Carlos Alcaraz conquistó el título de Wimbledon. Reuters

La liturgia de los campeones lleva a Carlos Alcaraz (El Palmar, 2003) a una gira por todos los periodistas españoles que han estado cubriendo Wimbledon. El tiempo está muy medido y él asume la tarea con una amplia sonrisa y sin ningún tipo de refunfuño. Si es una carga, que probablemente lo es, en él no lo parece.

La entrevista se realiza en el All England Tennis Club, el lugar del evento, en una terraza reservada durante el evento para los jugadores. Durante las semanas previas ha estado prohibidísimo grabar, pero el torneo ha terminado y todo se relaja. Mientras los periodistas hacen las entrevistas aparece por la terraza el trofeo de Wimbledon. La mujer que lo porta lleva unos guantes de plástico, se le trata como a un bebé. Los que esperan se lanzan a hacerle fotos mientras Carlitos va contestando medio por medio. No parece cansado, la cena no se alargó demasiado. Entre medio y medio bromea un poco, presume de unas zapatillas Nike. A su alrededor controlan el tiempo. Cinco minutos, siguiente. Toca el turno de ‘Relevo’.

Quería preguntarte por Juan Carlos Ferrero, por tu relación con él

“Al final ya llevamos muchos años, me cogió cuando no era nadie. Él venía de estar con Zverev, de estar en los mejores torneos del mundo, siendo el número 3 del mundo. Lo deja con él y coge a un junior que tiene proyección, o eso me decían, pero que aún no había conseguido nada ni era nada. Empezó a viajar conmigo en juniors, aprendí muchísimo, me hizo crecer muchísimo y muy rápido. Hemos quemado etapas muy rápidas juntos, futures, challengers, entrar en la ATP y conseguir cosas muy muy rápidas”.

¿Qué significa para ti?

“La verdad es que es una persona muy importante para mí, como he dicho muchas veces ya lo considero familia, confío en él al 100%, puedo hablar con él de todo tanto profesionalmente como personalmente, es un gran apoyo fundamental en mi vida. Me ha hecho crecer muchísimo como jugador y como persona”.

Cuando habla de ti, siempre lo hace con mucho cariño, pero también suele contar defectos que ve en ti, como que usas mucho el móvil o algunas desconexiones ¿Él es duro? ¿Es muy rígido en esas cosas?

“Él es duro. Él es una persona muy seria cuando tiene que serlo, en el tema del trabajo y de la disciplina, él machaca mucho, pero también es muy muy divertido cuando tiene que serlo. Él sabe diferenciar muy bien los momentos y sí, él es muy estricto con todo, con el tema de pista, con el tema de la profesionalidad, con el tema de las cosas que tengo que mejorar fuera de pista, como el teléfono, la puntualidad, el descanso, etcétera, etcétera. Pero yo creo que gracias a eso es por lo que estoy aquí hoy en día, gracias a eso es por lo que he crecido muy rápido, porque si no fuera tan estricto a lo mejor me hubiera ido de madre”.

¿Te imaginas con él toda la carrera? Él en alguna ocasión ha dicho que igual solo son unos años y luego vuelve a la academia ¿Crees que esto tendrá un final?

“Bueno, la carrera de una persona es muy larga, todo puede pasar a nivel tenístico y a nivel personal, tanto para mí como para Juan Carlos. A mí personalmente me encantaría, pensándolo desde ahora, estar toda la carrera con él. Es una persona muy importante para mí, también en lo personal. Él ha tenido durante toda su carrera a Toni, Antonio Cascales. Ha habido varias etapas de su carrera que a lo mejor Antonio no estaba viajando, estaba más en la academia y empezó a viajar con otros entrenadores, pero él siempre ha estado involucrado. No sabemos, pero yo personalmente pienso y espero que ojalá pase que toda mi carrera la pase junto con Juan Carlos”.

Después de Roland Garros te fuiste unos días a Ibiza. Se habla mucho de la importancia de la salud mental y de cómo se manejan ciertas cuestiones. Hay gente que te ve en un viaje así y piensa que algo estás haciendo mal ¿para ti qué representan ese tipo de desconexiones?

“Bueno, yo tengo muy claro que al final también la gente trabaja para algo. Ya no solo hablando por mí, sino en general. La gente trabaja para permitirse ciertas cosas y luego disfrutarlas con su gente. Yo estoy aquí viviendo un sueño, para mí es una locura poder estar jugando este tipo de torneos, poder ganarlos, pero también quiero tener tiempo para mí. No me quiero sentir un esclavo del tenis y no tener tiempo para mí. Esas pequeñas escapadas a Ibiza, dos o tres noches con los amigos, de disfrutar, de tener tiempos de descanso, de tener tiempo para mí, yo creo que es fundamental y muy necesario para luego rendir y venir con las pilas cargadas a la pista”.

Uno de esos amigos que te acompaña es Reguilón ¿de qué se conocen?

“Bueno nos conocemos ya de varios años. Yo sabía quién era, él empezó a seguirme, hablamos un poco por teléfono, y nos conocimos en el Mutua Madrid Open 2022 por primera vez. La primera cena fue aquí, en Wimbledon, que él estaba aquí en el Tottenham antes de empezar el torneo en 2022 y a partir de ahí empezamos a coger muchísima relación y ahora es una de las personas más cercanas que tengo”.

Una última curiosidad, ¿pudiste hablar con alguien de la Selección?

“Sí, sí. Hablé ayer un poco después, cuando ganaron la Eurocopa, antes de la final también hablé un poco con ellos para desearles toda la suerte del mundo. Ayer obviamente ellos estaban celebrando, tampoco les quería molestar, pero sí que les mandé un par de mensajes a algunos de ellos”.

Con información de Relevo

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