La PTPA de Novak Djokovic lanza una demanda a la ATP y la WTA: “Sistema monopolístico, corrupto, ilegal y abusivo”

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Una bomba acaba de estallar en el tenis: la Asociación de Jugadores Profesionales del Tenis (PTPA), el sindicato fundado y liderado por Novak Djokovic, ha presentado una serie de denuncias ante los tribunales contra los cuatro principales organismos del deporte, la Asociación de Tenistas Profesionales (ATP), la Asociación de Mujeres Tenistas (WTA), la Federación Internacional de Tenis (ITF) y la Agencia Internacional por la Integridad del Tenis (ITIA) por operar “como un cártel” en un sistema “monopolístico, corrupto, ilegal y abusivo”.

“El tenis está roto”, ha señalado el director ejecutivo de la PTPA, Ahmad Nassar, en un comunicado facilitado por el sindicato. “Tras la fachada glamurosa que promueven los demandados, los jugadores están atrapados en un sistema injusto que explota su talento, reduce sus ingresos y pone en peligro su salud y seguridad”.

“Hemos agotado todas las opciones de reforma mediante el diálogo, y los órganos rectores no nos han dejado otra opción que exigir responsabilidades ante los tribunales. Solucionar estas fallas sistémicas no se significa perturbar el tenis, sino salvarlo para las futuras generaciones de jugadores y aficionados”, ha añadido Ahmad Nassar.

“Los jugadores buscan un sistema justo y transparente que priorice sus derechos, salud y seguridad por encima de la autoridad sin control de los organismos rectores del deporte, garantizando que reciban las mismas protecciones y oportunidades que los atletas profesionales de otros deportes globales”, añade la PTPA en su comunicado.

Vasek Pospisil, mano derecha de Djokovic en el sindicato desde su fundación en 2020, ha señalado: “No se trata solo de dinero, sino de justicia, seguridad y dignidad humana fundamental. Es hora de rendir de cuentas, de una reforma real y de un sistema que proteja y empodere a los jugadores. Todas las partes interesadas merecen un deporte que funcione con justicia e integridad”.

Las demandas de la PTPA son las siguientes:

  • Colusión para reducir la competencia: “los demandados han celebrado acuerdos para suprimir la competencia entre torneos que, en un mercado competitivo, podrían ofrecer a los jugadores mayores oportunidades de ingresos. Estas restricciones ilegales permiten al cártel pagar compensaciones artificialmente bajas a los tenistas profesionales, eliminar la competencia entre ellos e impedir la entrada de posibles competidores al mercado”.
  • Amaño de premios y supresión de las ganancias de los jugadores: “los demandados se confabulan para limitar los premios que se otorgan los torneos y limitar la capacidad de los jugadores para ganar dinero fuera de la cancha, en lugar de permitir que el libre mercado dicte las cantidades que ganan. En 2024, el Abierto de Estados Unidos ganó 12,8 millones de dólares con la venta de un solo cóctel, una cifra superior a lo que pagó a los dos campeones individuales juntos. Los tenistas reciben solo el 17 % de los ingresos, en comparación con otros deportes como el golf, el baloncesto y el fútbol americano, que oscilan entre el 35 % y el 50 %”.
  • Los mandatos de los puntos del ranking: “Los demandados imponen un sistema dacroniano de puntos que dicta en qué torneos pueden competir los jugadores, cuánta compensación reciben y si reciben ciertas oportunidades de patrocinio. El sistema excluye a los jugadores de cualquier evento alternativo que pudiera existir en un mercado libre y los obliga a competir únicamente en los torneos de los demandados si quieren jugar tenis profesional”.
  • Un calendario insostenible: “La temporada profesional se extiende 11 meses al año, dejando poco o ningún espacio para que los jugadores descansen y se recuperen. Este calendario insostenible obliga a los jugadores a viajar con su propio dinero y gestionar su propia logística para participar en decenas de torneos en seis continentes. Pasar tiempo con la familia o recuperarse de lesiones implica renunciar a oportunidades de ganarse la vida y obtener codiciados puntos de clasificación”.
  • Desconsideración con los jugadores: “Solo el año pasado, los jugadores se vieron obligados a competir bajo un calor de 38 grados, soportar partidos que terminaban a las 3 de la madrugada y jugar con pelotas de tenis diferentes y lesivas según la semana, lo que les provocó lesiones crónicas de muñeca, codo y hombro. En Miami, un jugador se desplomó en la cancha bajo un calor extremo, se vio obligado a retirarse del partido y pasó una noche en el hospital recuperándose. A los jugadores se les dice que esto es lo que conlleva el privilegio de ser un tenista profesional”.
  • Explotación financiera de los jugadores: “Los jugadores se ven obligados a ceder sus derechos de nombre e imagen sin ninguna compensación, lo que permite a los organismos reguladores lucrarse con sus identidades, les impide obtener ciertos patrocinios independientes y limita sin fundamento el número de patrocinadores que pueden tener. Tanto individual como colectivamente, estas restricciones reducen los ingresos de los jugadores y su capacidad para negociar mejores condiciones laborales, excluyen a competidores e impiden el crecimiento del deporte”.
  • Violación del derecho a la privacidad: “Los jugadores son sometidos a registros invasivos de sus dispositivos personales, pruebas de drogas aleatorias en plena noche e interrogatorios sin representación legal. La ITIA ha suspendido a jugadores sin el debido proceso basándose en pruebas endebles o inventadas. Los teléfonos de los jugadores son confiscados y registrados sin su consentimiento, una flagrante invasión de la privacidad que viola la ley y demuestra aún más el control absoluto que los demandados tienen sobre el mercado”.

Con información de Relevo

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