Partido de locura entre Sinner y Rune: red rota, calor intenso e imágenes preocupantes en el banquillo del italiano

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Jannik Sinner y Holger Rune protagonizaron un partido que lo tuvo de todo en los octavos de final del Australian Open. El italiano consiguió la victoria ante el danés en cuatro sets, con marcadores de 6-3, 3-6, 6-3 y 6-2. Pero el desarrollo del encuentro estuvo interrumpido por diferentes contratiempos que afectaron a ambos jugadores. 

Durante el cuarto parcial, Jannik Sinner logró algo nunca antes visto en un Grand Slam. Con un poderoso servicio, el italiano rompió el soporte central que mantiene a la red firme en el centro de la cancha. 

Ambos jugadores tuvieron que regresar al vestuario mientras el equipo de mantenimiento arreglaba la red. El trabajo demoró durante 20 minutos, la segunda pausa larga que tuvo el partido.

Antes del inicio del duelo, Sinner reportó que estaba batallando físicamente. El italiano se saltó el calentamiento previo y recibió una consulta médica antes de salir a la pista. 

Durante el partido, la temperatura de 32 grados centígrados empeoró la condición de Sinner, que tuvo que pedir un tiempo fuera médico donde el doctor del torneo le tomó el pulso. En el último cambio de cancha, después de un game de 10 minutos donde defendió tres puntos de quiebre, Sinner tuvo que sujetar una toalla helada contra su rostro, mientras su mano temblaba sin control. Holger Rune también recibió atención, por problemas musculares que venía cargando desde su último partido.

Las imágenes preocuparon a todos los aficionados del tenista italiano, que poco a poco fue recuperando la forma tras el tratamiento. Eventualmente fue capaz de remontar, quedarse con la victoria y descartar cualquier tipo de lesión en la entrevista post partido.

RUNE SE MOLESTA POR LA PAUSA MÉDICA

Tras la derrota, Rune criticó el tiempo que tardaron los médicos en atender al italiano. De acuerdo con el número 13 del ranking ATP, los más de 10 minutos de inactividad le afectaron físicamente, y permitió que Sinner regresara encendido al partido, con una clara ventaja: “No sé qué le harían, porque al volver a la cancha lo hizo completamente encendido. Estar 12 minutos sentado al calor, esperándolo, me afectó físicamente”.

“Esta bien que lo hayan atendido, pero creo que el tiempo fue demasiado. Me parece brutal estar parado durante más de 10 minutos en medio de un set“.

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