Venus Williams ingresó el lunes a la Cancha Central para su presentación número 24 en Wimbledon, a sus 43 años, y recibió una ovación de pie. Llevaba consigo una cinta verde de ejercicios para hacer estiramiento en su silla.
Una vez que su partido de primera ronda contra Elina Svitolina comenzó, Williams jugó como en sus mejores tiempos. Saque potente. Golpes fulminantes. Rápidamente dominaba 3-0.
Momento crítico
Y entonces, al subir a la red para intentar devolver de volea, Williams se resbaló en el césped. Su pie derecho cedió y quedó en el piso. Hizo una mueca de dolor y se tomó la rodilla derecha, la cual estaba vendada.
Williams recibió tratamiento dos veces, incluyendo esa rodilla, tras el primer set. La estadounidense siguió jugando pero no pudo ante Svitolina, la semifinalista de Wimbledon en 2019, al sucumbir 6-4, 6-3.
“No sé que me hice. Tendrá que investigarlo mañana. Ya es tarde hoy. Pero dolió bastante”, dijo Williams. “El césped por naturaleza va a estar resbaloso, y te vas a caer en algún momento. Mala suerte en mi caso. Había comenzado el partido de manera perfecta. Estaba arrasando. Y el césped me acabó matando”.
Williams, un exnúmero uno del mundo, que actualmente se encuentra de las 500 primeras del ranking, debido a que una serie de lesiones le han limitado a 22 partidos desde el inicio de 2021, era la jugadora más veterana del cuadro este año, y la cuarta más longeva en competir en el cuadro principal en Wimbledon
“Ahora mismo estoy medio en shock. No creo que esto ha ocurrido. Es absurdo. Lo estoy asimilando ahora mismo”, dijo Williams en su rueda de prensa, más de una hora después del partido. “Lo que hace que sea más difícil de asimilar es que tenido tantas lesiones. Esto no es lo que yo quería”.
Svitolina tenía apenas dos años cuando Williams compitió en su primer Wimbledon en 1997 y cinco cuando Williams conquistó el torneo por primera vez en 2000.
“Siempre es un placer jugar contra Venus”, dijo la ucraniana. “Es una enorme leyenda”.