Zverev interrumpe su victoria en Wimbledon para pedir clases de Pep Guardiola: “Es una leyenda”

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Pep Guardiola disfruta de Wimbledon | Reuters; Mckay
Pep Guardiola disfruta de Wimbledon | Reuters; Mckay

El valor de Pep Guardiola como entrenador trasciende de su propia disciplina. Va más allá. Desde luego, es reconocido por todos como una auténtica leyenda, como un técnico para la posteridad. Pero en los últimos meses, su legado ha ido más allá, con su ayuda a Joe Mazzulla en la conquista de los Boston Celtics del anillo de la NBA. Y este sábado se ha repetido la historia, más por deseo que por realidad en plena pista central de Wimbledon.

Alexander Zverev se impuso a Norrie en un gran partido (4-6, 4-6 y 6-7, con 15-17 en el tie break) y agarró el micrófono para rendirse en elogios al entrenador del Manchester City, que le observó atentamente desde la grada junto a su familia. “Es un auténtico placer jugar en esta pista. Para mí, Pep Guardiola es una leyenda del fútbol. Cuando le he visto, me he puesto muy nervioso”, comienza.

Pero el alemán pierde entonces la vergüenza de tener enfrente a uno de sus ídolos y comienza la lista de peticiones: “Muchas gracias por venir, es un gran privilegio. Ha sido un honor jugar delante tuyo. Y la última cosa, el Bayern de Múnich necesita entrenador”.

Guardiola reía y su gesto tiraba más hacia la negativa: no parece que una nueva experiencia en el banquillo del Allianz Arena sea una opción. Pero no ve con tan malos ojos la segunda petición del número 4 del mundo: “Si te cansas del fútbol, puedes entrenarme a mí en una pista de tenis cuando tú quieras“.

Ahí el técnico no pudo contener la risa, levantó el pulgar en señal de aprobación y movió los brazos en horizontal, probablemente queriendo decir que es todo un orgullo que un jugador de su talla le quiera como entrenador pese a no conocer el engranaje del fútbol tanto como el del tenis.

Pep Guardiola disfruta de Wimbledon | Reuters; Mckay
Pep Guardiola disfruta de Wimbledon | Reuters; Mckay

El Guardiola más multidisciplinar

Como gran aficionado del deporte, Pep Guardiola acostumbra a acudir a eventos deportivos de élite para disfrutarlos en directo. Pero últimamente también ha participado en ellos de forma activa. El del City sorprendió presentándose en el Garden en uno de los partidos de la final de la NBA. No se conformó con verlo desde las primeras filas, sino también estuvo charlando con su homólogo Mazzulla en el centro del pabellón.

Días después, el propio Mazzulla lo elogió: “Guardiola es una gran persona. Es un gran entrenador. La humildad, la alegría, la ética de trabajo, la intensidad que aporta. Hemos llegado a tener una gran relación“. Y, entonces, sorprendió descubriendo al mundo que su relación no era solo amistosa, sino también profesional.

“Así que estoy muy agradecido, y me gustaría pensar que nos hacemos mejor el uno al otro. Así que es genial que haya podido estar aquí. Es genial que haya podido compartir algo de su sabiduría y haya podido pasar tiempo con él”, añade. Antes, en febrero, ya pronunció: “Estudio mucho sobre el Manchester City, estudio mucho a Pep. Creo que es el mejor entrenador a cualquier nivel, en cualquier deporte. Fútbol y baloncesto son más o menos el mismo deporte a la hora de crear ventajas tácticas”.

¿Acaso Guardiola podría ser un buen entrenador de baloncesto pese a nunca haber estado ligado profesionalmente a la disciplina?, ¿podría sacar el máximo partido a Zverev pese a nunca haber jugado al tenis a un alto nivel? Posiblemente son preguntas que nunca tendrán respuesta, pero no dejan de resultar sorprendentes. Pep ayudó en el anillo de los Celtics y ahora un top mundial como el alemán le pide entre risas su ayuda.

Con información de Relevo

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